Uno de los efectos sociales de la modernización es, sin duda, la transformación del proceso a través del cual los sujetos se vinculan con el grupo al que pertenecen. En efecto, la identidad colectiva que suponía la imposición y transmisión de los rasgos culturales de un grupo. En el contexto social actual, en donde los sujetos están adscritos a diversos grupos, la construcción del sentido de pertenencia se dificulta, ya que los sujetos a través de sus múltiples interacciones cotidianas van seleccionando los repertorios culturales que responden a sus intereses y aspiraciones personales, así como a las exigencias sociales; de tal manera que la identidad colectiva se convierte en una construcción subjetiva y cambiante.
El pensamiento complejo de Edgar Morín, significa para las ciencias sociales, un aporte metodológico, por la incorporación de la transdisciplinariedad, la multidimensionalidad, y, lo que hemos llamado doble dialecticidad. Estas claves metodológicas, constituyen aspectos epistemológicos importantes. Cuando se hace necesario, contestar al pensamiento posmoderno, en su postulación del fin de la ciencia; es posible responder: El pensamiento complejo de Edgar Morín, puede referenciarse como la ciencia, después del fin de la ciencia. Los autores y corrientes que influyen el pensamiento moriniano, van de las ciencias formales y experimentales, a las ciencias sociales. La corriente constructivista, la filosofía, la antropología, el mito, Nietzstche y todo el abanico teórico que incluyen sus investigaciones, rinden cuenta de la transdisciplinariedad que se asume.
Su paradigma de complejidad, está del lado de las integraciones multidimensionales: biológico-cultural, especie-individuo y sociedad-individuo. En el diálogo orden y caos, la posibilidad de ser pensados conjuntamente y el recurso de volver a los escritos anteriores, para ser redefinidos, apuntan a una doble dialéctica.Cerca de la fenomenología y lejos de la ontología, lo que Morín termina ofreciendo con El Método, constituye una nueva vertiente del pensamiento social contemporáneo. A distancia de cualquier reduccionismo disciplinar y compartiendo con el paradigma determinista de la ciencia clásica; el pensamiento complejo de Morín, constituye una crítica a la ciencia moderna.
. La
familia al ser un campo tan particular de la vida social, no puede
escapar a la confrontación entre un poder hegemónico anclado en
concepciones, prácticas y discursos sociales sacralizados y las nuevas
configuraciones familiares, las cuales expresan la secularización
de las relaciones sociales. En este contexto actual, la familia se
constituye en un umbral que marca un escenario donde se hacen
visibles los cambios y las transformaciones de la sociedad y sus
integrantes. Construir una lectura política de la familia como ámbito
de tensiones y también de ejercicio de prácticas democráticas
desde el reconocimiento, el respeto, la protección y la defensa de
su diversidad en su organización interna y en el lugar que tiene en la
sociedad, es un punto de giro hacia otra manera de habitar el mundo
social y familiar.
La sociedad del riesgo o sociología de riesgo es la síntesis sociológica de un momento histórico del período moderno en que éste es despojado de sus componentes centrales, motivando una serie de debates, reformulaciones y nuevas estrategias de dominación. Se trataría de una sociedad pos-industrial, en el sentido en que las matrices básicas de la Modernidad y su misma correlación de fuerzas han cambiado sustancialmente. El término fue postulado por el sociólogo alemán Ulrich Beck en 1986.
El modo de producción industrial requiere, para satisfacer sus pretensiones de desarrollo constante y “progresivamente expansivo”, de un igualmente constante y progresivo dominio y control por sobre la naturaleza.
Dicho dominio sobre la naturaleza se manifiesta mediante la explotación que ejerce el ser humano por sobre ella, teniendo como objetivo principal la producción de riqueza. Es así como se reemplaza aquella relación que el hombre mantenía con la naturaleza y que la convertía en su medio de subsistencia, por una explotación extendida y radicalizada por sobre ella. La explotación de los recursos naturales, lejos de haber disminuido, a pesar del surgimiento de nuevos modos de producción, de la consolidación de sectores “terciarios” de servicios relativamente consolidados (sobretodo en los países industrializados), de la invención de nuevas y mas sofisticadas tecnologías de producción, ha aumentado sustancialmente, por lo que continua siendo “la base” sobre la cual se sustenta el desarrollo económico capitalista, y es precisamente al interior de este modelo de producción en donde se fusionan la explotación de la naturaleza con la explotación del ser humano mismo y su propia naturaleza. De esta forma la explotación que el ser humano ejerce por sobre su medio natural –el planeta tierra-, se expresa sincronizadamente en una explotación por parte de él, de su humanidad misma.
La crisis económica que ha dominado nuestro ámbito europeo, principalmente mediterráneo, se está resolviendo sin aplicar los principios básicos de los que afirmaba nutrirse la cultura occidental.Ha acrecentado las desigualdades sociales entre los miembros europeos del norte y del sur, ha dejado en la cuneta de los bienes de producción a un número cada vez mayor de desheredados, de los que muchos de ellos aun teniendo trabajo no logran arribar a usufructuar de los bienes sanitarios, culturales y sociales de los que gozaron sus padres y las generaciones anteriores.
La cultura occidental ha ido cambiando paulatinamente las instituciones basadas en el sector público, en la justicia y en la igualdad de todos ante la ley, por unas organizaciones que fundamentan su existencia en el altruismo y en la privacidad. Las ONG están realizando unas funciones que se deben cubrir por humanidad cuando los estados han declinado realizarlas.El mundo occidental ha sustituido la justicia por el altruismo, el goce diario de los bienes por la incertidumbre del futuro propio y de las nuevas generaciones y la alegría del presente por la desesperanza que carece de horizonte de futuro.
La civilización occidental ha entrado en una crisis profunda que no es principalmente económica sino de fundamentos sociales y esto desde el final de la guerra fría.Sin embargo, la sociedad europea se había ido conformando durante estos últimos veinte siglos no solo con la aceptación de los mundos grecorromanos y cristianos, sino con la depredación de las riquezas económicas y culturales de los pueblos asiáticos, americanos y, últimamente, africanos.
Augusto José Pinochet Ugarte accede al gobierno de Chile tras el Golpe de Estado de 11 de septiembre de 1973 por el que se derroca al Presidente democráticamente elegido Salvador Allende, abriendo un periodo de represión y dictadura militar con numerosas violaciones de los derechos humanos y miles de ejecutados y desaparecidos.
Augusto Pinochet resulta posteriormente procesado en España, en 1998, por delitos de genocidio, terrorismo y tortura, declarándose la competencia de la jurisdicción española en virtud del principio de justicia universal.
Como consecuencia de su procesamiento, es detenido en Londres y solo logra evitar su extradición por motivos médicos. De esta forma, y aunque finalmente se libra de ser juzgado, pesa sobre Pinochet el reproche de la comunidad internacional y si se libra de ser juzgado, es por motivos médicos y no por ser considerado inocente de los graves delitos por los que fue procesado.
Al finalizar la II Guerra Mundial, tras la división de Alemania, Berlín también quedó dividida en cuatro sectores de ocupación: soviético, estadounidense, francés e inglés. Las malas relaciones entre los comunistas y los aliados fueron creciendo hasta llegar al punto en que surgieron dos monedas, dos ideales políticos y, finalmente, dos alemanias. En 1949, los tres sectores occidentales (estadounidense, francés y británico) pasaron a llamarse República Federal Alemana (RFA) y el sector oriental (soviético) se convirtió en la República Democrática Alemana (RDA).Berlín quedó dividida y se crearon 81 puntos de paso entre las dos zonas de la ciudad.
La caída del muro vino motivada por la apertura de fronteras entre Austria y Hungría en mayo de 1989, ya que cada vez más alemanes viajaban a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal Alemana. Este hecho, motivó enormes manifestaciones en Alexanderplatz que llevaron a que, el 9 de noviembre de 1989 el gobierno de la RDA afirmara que el paso hacia el oeste estaba permitido.
Ese mismo día, miles de personas se agolparon en los puntos de control para poder cruzar al otro lado y nadie pudo detenerlos, de forma que se produjo un éxodo masivo.Al día siguiente, se abrieron las primeras brechas en el muro y comenzó la cuenta atrás para el final de sus días.Una vez liberados, familias y amigos pudieron volver a verse después de 28 años de separación forzosa.